Deseo empezar contando que
cuando decidí ser adoradora no tenía conocimiento de lo que sería tomar un
compromiso así. Sólo visitaba al Santísimo a orar. Sin embargo, algo ocurrió.
Hacía tiempo que tenía
insomnio; todos los días despertaba a las 3:00 am y con mucho miedo, pasaban
los días, meses y era igual. El día que me preguntan la hora de adoración dije
sin pensarlo 3:00 am. Lo curioso es que no lo pensé ya que yo vivo muy lejos
del santuario y en un primer momento me inscribí muy convencida y confiada en
mi esposo e hija pensando que vendríamos en familia, me equivoque, pero lejos
de preocuparme por todo como sería la manera de venir a esa hora me preocupaba
si mi esposo me acompañaría.
Cuando entro en cuenta de cómo
me vendría y cómo me iría a casa ya que ninguno si ellos me acompañarían, entro
en pánico, pero luego recapacité y le dije al señor: “Si tú me quieres a esa
hora, a esa hora vendré y tu Señor verás la manera de que así sea”. Pues bien,
me contesto, un hermano con su movilidad me pregunta, ¿hermanita cómo entra los
días que le tocan a esa hora desde su casa? le contesté: no lo sé, y me dijo yo puedo
pasar por usted hermana, y le dije, ¡ya!; ese mismo día una hermana me dice que
venga con ella a adorar más temprano, acepté: Nuestro querido hermano y ella me
recogen a la 1:30 am y me quedo con el Señor hasta las 5:00 pm.
Las horas se hacen nada, a
veces me quiere vencer el sueño y no quiero dejarlo solo como en Getsemaní y me
pongo resistente al sueño. Dan las 3 am rezo con confianza mi Coronilla de la Misericordia,
esa hora es la más larga y pesada ya que me ocurrieron dos cosas feas, pero no
tengo miedo. Mi necesidad de estar con él se ha multiplicado, no me basta sólo
un día, hoy cuando he necesitado consuelo solo lo he recibido de Él, he pasado
momentos muy duros hasta hoy, pero solo con Dios encuentro la paz, daría mucho
por vivir cerca e ir a verlo más seguido de lo que lo hago.
No sé si se puede creer lo que
me sucedió, tampoco quiero pecar de incrédula ni que piense que estoy mal hace
unos meses, contemplando al Señor la Santa Hostia Consagrada intuyo por así
decirlo que fue mi vista, me cogí los ojos, y después de un momento lo volvió a
hacer, el hecho es que comencé a ver cosas, cada vez que lo contemplaba
diciéndole: “que quieres Señor de mí” en esos momentos que no sabía si seguir
el camino o dejarlo todo por los momentos difíciles que estoy pasando con mi
familia.
En aquellas ocasiones que le
he pedido y clamado piedad, misericordia por mi familia, me sucedían esas
manifestaciones. Yo sentía que me decía “Aquí estoy, no estás sola”. No quiero
ofender a Dios ni a nadie, pero he sentido su consuelo, y estoy convencida de
su presencia, su consuelo, su amor. Las horas se hacen nada y no basta solo esa
hora…
Yo quería contar padre lo que
viví. Sé que soy una pecadora y muy lejos de esas manifestaciones y por eso mi
duda y no contarle a nadie. Pido perdón Padre, pero vi, quizás fue mi vista que
me jugaba unas pasadas, pero me consolaron en momentos duros.
Adorador(a) Anónimo(a) I
La CAP (Capilla de Adoración Perpetua) es un ambiente donde el cuerpo de Cristo esta expuesto las 24 horas para cada uno de nosotros, por ello Jesús te invita a que le regales una hora a la semana de día, tarde, noche o de madrugada.
Si quieres formar parte, deberás comunicarte con el Santuario del Sagrado Corazón de Barranco.
Teléfono: 012473475
014773105
982076248
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